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Señalemos que, no raras veces, el Real Madrid de Queiroz hacía presión adelantada. Pero, si percibimos que si recibe la pelota en un lugar ventajoso porque nos permitirá hacer presión y robarla rápidamente para atacar, entonces será buena la presión. Por ello, considerar como prioritaria la «referencia» adversario directo (como sucede en la «defensa hombre a hombre»), resultaría un «patrón» defensivo totalmente diferente de otro en el que se considere como central cerrar determinados espacios, en función del balón, sin que se deje de «señalar» a los jugadores adversarios que ahí se encuentran («defensa en zona»). Revisando lo ya escrito, aflora la idea de que la «defensa en zona» es más económica que la «defensa hombre a hombre», en la medida en que, al suponer una repartición colectiva del espacio en defensa, supone también una repartición del esfuerzo. Si en la defesa «hombre a hombre» e «individual» los jugadores adversarios son, de hecho, las «referencias» de «marcaje», en la «defensa en zona» no es así.

«defensa hombre a hombre»? Fue esto lo que hicimos contra el Celtic, pues el Celtic jugaba con dos hombres delante y nosotros con dos centrales jugando dos para dos.Por lo tanto, nosotros teníamos un hombre de más en el centro del campo y era ese hombre el que interceptaba las líneas de pase para los hombres de ataque, porque su juego con dos delanteros de espaldas ante nuestros centrales, balón largo, seguro y, a partir de ahí, jugar con los jugadores que venían en segunda línea”. En esta medida, la «defensa hombre a hombre» (como resultado de un concepto de «marcaje» parcial), al considerar la referencia adversario directo como única «referencia» de «marcaje» y gran «referencia de posicionamiento», acaba por quedar muy alejada de las reales exigencias del juego. En cuanto a la pelota como referencia, nos permite hacer un «barrido» de los espacios según su importância y, de esa forma, tornar compacto al bloque defensivo , la referencia compañeros nos posibilita el escalonamiento permanente de las diferentes líneas y, en esa medida, la existencia de un «sistema de coberturas sucesivas». El cortar las líneas de pase pasa sobretodo por ocupar espacios. Al acosar actuamos sobretodo en la parte final, en la recepción propiamente dicha, no en las vías de circulación.Actuamos en el destino, no en el camino para llegar.

Otra idea «institucionalizada» en el fútbol portugués que importa «desmontar» se asocia con el cortar/cerrar las líneas de pase. Todos los jugadores, sin excepción, tienen que estar permanentemente concentrados. Por otro lado, añade, “también puede ocurrir que el rival salga bien por los dos lados, pero como queremos ganar la posesión esencialmente por la derecha, porque nuestros jugadores, al atacar, salen mejor por ese lado, lo que haremos es no permitir que ellos salgan por el lado contrario. Para nosotros, eso es tan necesario como percibimos que el juego es complejo y, consecuentemente, cuanto más comprendemos que defender bien no es sólo no encajar goles. Para nosotros, no podría ser de otra forma, en la medida en que el énfasis puesto en la dimensión estratégica no puede interferir con lo que son los grandes principios, en caso contrario acaba por tornarse un «atractivo extraño» y poner en riesgo la fluidez funcional del bloque defensivo. Oporto de Mourinho: “Nunca nadie dice que el Oporto defiende bien, camisetas futbol 2022 parece que el Oporto no defiende y es el mejor equipo defensivamente de Portugal. Mourinho, rebate absolutamente que un equipo tenga que ser menos ofensivo para defender bien y nos dice que no consigue disociar los momentos «atacar» y «defender», pues “el equipo es un todo y su funcionamiento es un todo también”.

La gran preocupación de los jugadores es cerrar las zonas más próximas al balón, para que no entre ni progrese. Ténganse nuevamente en cuenta las palabras de Tiago refiriéndose a la ligazón de los diferentes momentos del juego y a la consecuente preocupación de Camacho por ese aspecto en la organización del juego: “Entonces yo, que juego en el medio-campo, tengo esa percepción de que las cosas están interligadas más que a mis compañeros, porque tanto tengo que estar atacando como tengo que estar atento a mis espaldas y saber cómo están posicionados mis compañeros. Pienso que esto tiene que ver con su entrenador, con la calidad de su entrenador. Esto tiene como consecuencia algunas divergencias que se acentúan a lo largo del juego y que, muchas veces, son aprovechadas por el rival, porque representan lagunas en la organización del juego”. “Si el medio interior derecho ocupa el espacio que tiene que ocupar cuando el extremo de ese lado impide la progresión de la pelota, él, al estar allí, difícilmente permite que el rival consiga progresar por aquel pasillo.