Por esto, las coberturas pueden verse comprometidas, pues Jesualdo pretende que sus jugadores «marquen encima» en las zonas próximas al balón y, si es así, los jugadores pasen a estar pendientes del posicionamiento y movimiento de los rivales (la referencia adversario directo pasa a ser prioritaria). Por todo esto, cuando Jesualdo Ferreira dice que una de las grandes ventajas de la «defensa en zona» es que el equipo tenga siempre los jugadores más próximos entre sí y, así, que su cohesión sea mayor, recordamos que esa cohesión pasa por otras «propiedades». Es precisamente por liberar a los jugadores de la persecución de rivales adversários, que la «defensa en zona» nos parece la única forma de organización defensiva que puede garantizar tal superioridad. Si es así, conviene hacer algunas consideraciones sobre el entendimiento de la «defensa en zona» de Jesualdo Ferreira. En nuestra opinión, Jesualdo sólo tendrá a su equipo verdaderamente «defendiendo en zona» si piensa algunos aspectos de otra forma. “Son exactamente esos aspectos los importantes en el sistema defensivo de un equipo. Por ejemplo, si en un partido vemos a un equipo cuando pierde la posesión, acortar los espacios de uma forma coordinada, armónica, equilibrada, y que ejecuta movimientos de basculación de una forma apropriada para acortar los espacios entre líneas, y que tiene la preocupación de hacer salir a un jugador para hacer la contención, y que da secuencia a través de inmediatas coberturas y del reagrupamiento, todos éstos son indicadores macroscópicos importantes.
«sistema de coberturas sucesivas» (a partir del escalonamiento permanente de los jugadores). Nuestros jugadores se posicionan siempre en función del balón. Se trata, también aquí, de conseguir un equilibrio posicional, pero, en este caso, perspectivado en función de la forma de realizar la transición defensa-ataque. Por ejemplo, para nosostros, el «defender bien» no puede estar separado del «hacer bien» la transición ataque-defensa, lo cual, a su vez, tiene mucho que ver con «atacar bien». O sea, tal como decía Frade (2004), se hace presión para que el equipo contrario pierda líneas de pase y eso sólo se consigue reduciendo los espacios junto al portador del balón. No queremos olvidar que, tal como decía Frade (2004), si se pone énfasis en las transiciones, la organización colectiva tiene que ser lo más importante. Mourinho (2004) afirma que casi todos los equipos de la SuperLiga que juegan contra él “piensan en el hombre por hombre”.
Al preguntar si los «marcajes individuales», al tener como gran referencia a los adversarios que en ellas se encuentran, no pueden llevar a que las coberturas se acaben por perder, él afirma: “No. Curiosamente, él también explica que el “marcaje individual en zona es el adversario que cae en mi zona, donde trabajo, y que sea marcado individualmente es mi responsabilidad. Defender zonalmente, de una forma presionante, significa, un buen juego posicional, con una iniciativa en el sentido de intensificar al máximo las dificultades del adversario y de intentar recuperar la pelota lo más rápidamente posible. «zona», el equipo se encuentra en superioridad posicional, temporal y numérica en los espacios vitales del juego, lo que le permite ejercer continuamente presión sobre los sucesivos portadores del balón y estar más predispuesto para acciones de anticipación. Tendrá sentido hablar de atacar contemplando la posible pérdida del balón? Resumiendo si hemos defendido que la diferencia entre una «zona» y una «zona presionante» está en la agresividad con que se atacan los espacios y al portador del balón. Por lo tanto, aunque mucho menos desgastante «físicamente» cualquier forma de defender «hombre a hombre», mentalmente la «zona presionante» avanzada parece ser la que más desgaste causa.
La agresividad consiste en ser nosotros los que provocamos el error. Carvalhal es otro entrenador que solamente concibe la «zona» asociada a la presión. Creamos una «zona» agresiva “limitando al máximo el tiempo y el espacio al portador, cubriendo las líneas de pase por superioridad numérica alrededor de la pelota”. “Cuando hablamos en fútbol de alto nivel, yo diría que hombre a hombre no existe, zonal existe mas no me convence y zona presionante es el fútbol de hoy y el fútbol de mañana.” José Mourinho Tadeia nos decía anteriormente que, la «zona» tenía que ser agresiva. Cuestionado sobre las razones de tal hecho, Mourinho nos transporta a la problemática del «entrenar»: “Cuesta trabajar la defensa en zona. Por su divergencia, las perspectivas de L. y de José Mourinho nos permiten otro contraste interesante. Las referencias de los jugadores, en el posicionamiento, no son sus adversarios directos, sino la posición del balón. O sea, suponiendo que un equipo, mismo defendiendo «hombre a hombre» o «individualmente», consiga asegurar algún equilibrio defensivo en ataque, consideramos que, cuando pierde la pelota, puede desequilibrarse posicionalmente por el simple hecho de que los jugadores, pasen a preocuparse de sus adversarios directos. Por lo tanto, hay siempre jugadores que están preparados para equilibrar el equipo, sin discriminar si es A, B o C. Algunos jugadores, por sus posiciones naturales, cumplen más esas funciones, pese a que existan improvisaciones y cambios de posición, ese equilibrio tiene un componente aleatorio muy grande, sin dejar de estar entrenado y organizado”.